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Pasos peatonales: La falsa seguridad vial.

Los pasos peatonales son falsa seguridad vial. Si las películas o series de terror, especialmente las de vampiros y otros espectros demoníacos son de su agrado, encontrará muy familiar la siguiente regla imaginaria: la imposibilidad de estas malvadas criaturas para entrar a un inmueble si no tienen una invitación expresa por parte del dueño. En lo personal, nunca le encontrado sentido a tal norma, sin embargo, se cuentan por decenas las historias que incluyen esta limitante.

Otro recurso de “protección” similar son líneas trazadas en el piso, frecuentemente hechas con sal u otro material blanco. Mediante estos límites dibujados en el piso, los no-muertos se ven imposibilitados para pasar sin que existan restricciones físicas, solo mágicas o religiosas. ¿Es esto absurdo? Sin duda alguna.

En muchas de estas historias, los vampiros tienen fuerza sobrehumana, son capaces de levantar pesos enormes, recorrer distancias enormes en instantes, sin embargo, no pueden cruzar un umbral que ha sido marcado con una bendición o hechizo a nivel de piso, que pese a su intangibilidad resulta más efectivo que cualquier barrera física.

La falsa seguridad de los pasos peatonales

Reflexionando en este sinsentido, podemos observar las similitudes entre estos villanos de película y los villanos de la movilidad: los vehículos motorizados. Estos también son capaces de llevar pesadas cargas y moverse a velocidades enormes, recorriendo grandes distancias en una fracción del tiempo que le llevaría a otras formas de movilidad. Por supuesto, también son capaces de tomar vidas. Des afortunadamente, estas pérdidas humanas no son ficción, se dan en la vida real. Hemos señalado en otros artículos que en México, diariamente mueren 44 personas en eventos viales.

Se registran también más de veinticinco mil atropellamientos al año en nuestro país.

Sin embargo, se confía la vida de peatones en la misma herramienta de defensa: líneas pintadas en el piso, que los vehículos deben respetar cual si fueran barreas más poderosas que un muro de concreto. Absurdo. Los pasos peatonales conllevan falsa seguridad vial.

Una nueva filosofía de diseño vial tolerante al error humano no debe depender de restricciones visuales y líneas pintadas en el pavimento. Debe proteger realmente tanto a los usuarios peatones y ciclistas como a los usuarios de vehículos motorizados. La señalización horizontal debe comprender el empleo de barreras físicas para dividir movilidades, brindando seguridad a todos los usuarios. Los pasos peatonales no son seguros.

No se puede confiar la seguridad del peatón o ciclista a la calidad de la cultura vial de los conductores. No se puede depender de líneas dibujadas en el piso. En las películas funciona. En la vida real no.

Propuestas de solución

La filosofía de SUPERFLUX siempre ha contemplado la separación de movilidades mediante barreras físicas y cruces en diferente nivel. Desde esta perspectiva, el comportamiento del automovilista no debe estar sujeto al respeto a un señalamiento pintado en el pavimento. Debe haber una barrera que le impida transgredir el espacio destinado al peatón o ciclista. Si la nueva Ley General de Movilidad, en concordancia con la pirámide de movilidad sugerida por la Organización de las Naciones Unidas da prioridad a las personas peatonas, se debe destinar presupuesto para diseñar y construir soluciones funcionales, no meramente visuales para atender este grave problema de movilidad, seguridad y salud pública.

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