Llegó el momento de hablar del Control de Velocidad. En artículos anteriores, hemos discutido sobre los resultados obtenidos al momento en la aplicación de inteligencia artificial al control vehicular. Es el momento ahora de hablar sobre una aplicación de Inteligencia Artificial de mayor relevancia pues tiene que ver con la preservación de la vida de la persona usuaria: el control de la velocidad.
El automóvil, el gran invento del siglo pasado, ahora es repudiado. La tendencia y proyección de consumo de elementos automotores dista mucho de la disminución que muchos estiman es lo correcto, en pro de otras movilidades vistas como más sanas y acordes por la corriente de pensamiento actual. Esto indica que concientizar e incluso prohibir no alcanzará para lograr los objetivos deseados, que son, en primera instancia la disminución de emisiones contaminantes y la disminución, si no erradicación, que es lo ideal, de eventos fatales de tránsito causados por el uso de esta movilidad. Aquí radica la importancia de la iniciativa Visión Cero en seguridad vial, auspiciada por el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) y la Secretaria de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT). Entre otras prioridades, la disminución de velocidad está íntimamente relacionada con el incremento en la seguridad y por consiguiente, el logro de la meta cero eventos fatales.
La desacreditación, concientización, inhibición de uso, cancelación y prohibición son, a fin de cuentas, soluciones paliativas que no eliminan la causa raíz del problema. Solo lo atenúan.
La congestión vial, el diferencial de velocidad y la seguridad
Se dice, y con razón, que una congestión con autos eléctricos sigue siendo una congestión. Por lo tanto, el tipo de motor y la naturaleza de su energía no es en sí el problema raíz. Hemos escrito mucho sobre las causas raíz de la congestión: El cruce a nivel, el cambio aleatorio de carril y la diferencial de velocidad. Nos avocaremos a hablar sobre la principal causa raíz del problema del vehículo automotor y su correlación con la pérdida de vidas humanas: la diferencial de velocidad, y cómo se debe encauzar la inteligencia artificial a eliminar, de una vez este problema, enfocándose en el control de velocidad.
Enfoque actual de la inteligencia artificial en la movilidad
Bil Ford ha consagrado su empresa y energía a cambiar la movilidad automotriz fabricando vehículos eléctricos e investigando y aplicando inteligencia artificial para eliminar el fenómeno conocido como congestión fantasma. Dicho fenómeno tiene su causa raíz en el cambio aleatorio de carril.
Dicha aplicación consiste en hacer más eficiente la respuesta al frenado en cascada que origina el cambio de carril, que es lo que genera la congestión fantasma. Uno esperaría, después de pasar un tiempo detenido en tráfico encontrar un accidente o reparación en el camino y de pronto se ve avanzando nuevamente con normalidad. Ha pasado por una lentificación de tránsito debida a cambios aleatorios de carril. Cuando esto sucede, los vehículos circulantes tienen que frenar y el tiempo de respuesta para reanudar en camino, se potencia con base al número de autos y puede generar pérdida de minutos enteros esperando que nuevamente se vuelva a la circulación normal. Se espera que mediante inteligencia artificial se disminuyan estos tiempos.
Sin embargo, la inteligencia poco puede hacer para eliminar el cruce a nivel, pues es un fenómeno físico, regido por la ley de impenetrabilidad. La inteligencia artificial puede, y debe enfocarse no solo en mitigar el cambio aleatorio de carril, sino también en el control de la velocidad.
El problema con la seguridad de las personas usuarias y el automóvil
EL problema raíz del automóvil con respecto a la seguridad es la velocidad que es capaz de desarrollar. Cuando Henry Ford y otros pioneros comenzaron a desarrollar alternativas motorizadas al transporte a caballo, el objetivo lógico era incrementar la velocidad. Específicamente para Ford, la idea central era, además, llevar esta posibilidad a la democratización, que todos pudieran gozar del beneficio de llegar más rápido a su destino.
Consecuencias del enfoque en el incremento en vez del control de la velocidad:
Pero la rapidez tiene un terrible precio, que juega en nuestra contra debido a la vulnerabilidad de nuestra estructura física. Si bien al paso del tiempo han habido desarrollos impresionantes en materia de seguridad para los ocupantes de los vehículos, se siguen perdiendo vidas de conductores y mucho peor aún, de otros conductores y especialmente de usuarios de otras movilidades, tales como motociclistas, ciclistas y peatones.
Debido a esto, tiene todo el sentido del mundo el clamor por la disminución de la velocidad, objetivo que ha dado pasos agigantados al haber sido plasmado un nuevo criterio de velocidad de acuerdo con tipo de vía a circular en la nueva Ley General de Movilidad. El control de velocidad es un factor clave.
Control de velocidad en la Ley de Movilidad
El artículo Artículo 49, Medidas mínimas de tránsito, contempla en su sección III:
El establecimiento de límites de velocidad con base en evidencia científica de carácter nacional o internacional, a fin de mantenerlas por debajo de un umbral de seguridad indispensable:
a) 30 km/h en calles secundarias y calles terciarias.
b) 50 km/h en avenidas primarias sin acceso controlado.
c) 80 km/h en carriles centrales de avenidas de acceso controlado.
d) 80 km/h en carreteras estatales fuera de zonas urbanas; 50 km/h dentro de zonas urbanas.
e) 110 km/h para automóviles, 95 km/h para autobuses y 80 km/h para transporte de bienes y mercancías en carreteras y autopistas de jurisdicción federal.
f) Ninguna intersección, independientemente de la naturaleza de la vía, podrá tener velocidad de operación mayor a 50 km/h en cualquiera de sus accesos.
Está comprobado que un accidente a 30km/h perdona la vida de las personas usuarias involucradas.
Conclusiones y Propuestas para el Control de Velocidad
He aquí una nueva propuesta de aplicación de AI:
Proponemos que se desarrolle un sistema de inteligencia artificial que controle la velocidad de los vehículos automotores y que se eleve al grado de ley, es decir que se añada al articulado de la ley general de Movilidad que se acaba de promulgar.
Dicho sistema deberá reconocer el tipo de vía por la que circula el vehículo automotor, y ajustar la velocidad a la que es permitida. La medida no debe estar relacionada con la potencia o funcionalidad del transporte, ya que no se pretende reducción en cilindrada ya que la falta de potencia en pendientes u orografías complicadas implica también riesgos para la seguridad.
Categorización de vehículos y control de velocidad
Proponemos, sin embargo, la categorización de tres tipos de vehículos particulares y/o de reparto de bienes y servicios:
- Vehículos urbanos
- Vehículos para largo itinerario
- Vehículos de propósito dual o híbrido: urbano y largo itinerario.
Estas categorías habrán de ser tomadas en cuenta de acuerdo con el uso que se dará al vehículo automotor, tanto para el caso de transporte particular como de bienes y servicios. En todos ellos, la aplicación de nuevas tecnologías, en este caso, inteligencia artificial, puede ser determinante si se enfoca en el control de la velocidad para lograr la meta de cero eventos viales fatales.