Innovar: poner el cascabel al gato

¿Qué enseñanza nos trae la fábula de poner el cascabel al gato puede traer a la ingeniería vial? Una comunidad de ratones vivía en los recovecos de una casa vieja en el centro de la ciudad. Al darse cuenta de su existencia, los dueños de la vivienda trajeron un gato para darles caza. Tanto miedo les dio, que dejaron de salir a buscar comida. ¡Era demasiado peligroso! La situación era tan insostenible que decidieron reunirse y buscar una solución. Después de muchas quejas y lamentos al final uno de ellos tuvo una idea: La única manera de buscar comida con seguridad, era siempre saber dónde estaba el gato, por lo que la solución era ponerle un cascabel en el cuello.

Todos aprobaron la propuesta, jubilosos. Uno de los ratones preguntó: ¿Quién se encargará de ponerle el cascabel al gato? Uno a uno, fueron excusándose. Yo soy muy viejo, yo soy muy lento, yo estoy muy débil… Cuando el último expuso sus impedimentos, comprendieron que a pesar de que la idea era buena, lo difícil era llevarla a la práctica. Entristecidos, abandonaron la reunión, resignándose a seguir en su situación adversa, esperando que, algún día, pudieran encontrar la forma de resolver el problema del gato.

La innovación, el gran reto

La moraleja de la fábula de poner el cascabel al gato es clara: frente a los problemas, hablar, opinar, proponer es fácil. Muy diferente es realmente hacer las cosas. Se habla mucho de innovación, pero son pocos los que realmente se atreven a hacerla y menos aún, los que deciden impulsarla y ejecutarla. Es cierto que hay campos en donde sí existe transformación constante, tal como en el de la tecnología digital, pero hay otros sectores en que el cambio es algo que se mira con recelo.

Además, esta moraleja no es la única que se puede obtener de la historia. ¿Ponerle un cascabel al gato, a fin de escuchar su cercanía era la mejor opción para solucionar el problema de los ratones? Si bien el repicar del cascabel sería una buena ayuda para saber si es seguro salir a buscar comida, ponérselo era una tarea muy peligrosa, además de que el gato podría quitárselo en algún momento o acechar a los ratones sin causar ruido y así sorprenderlos. El cascabel era una solución paliativa, no correctiva. La verdadera solución sería eliminar al gato. El paracetamol fue una gran innovación paliativa para el dolor, pero no es un tratamiento causal. Innovar y poner el cascabel al gato no es suficiente.

Innovación paliativa en el campo de la ingeniería vial

En el campo de la ingeniería vial, destacan proyectos de innovación que se enfocan en inteligencia artificial aplicada a control vehicular y proyectos relacionados o derivados, Desarrollo de autonomía vehicular, desarrollo de nuevos materiales de pavimentación, y sistemas de alimentación energética para incrementar la autonomía de vehículos eléctricos.

Pareciera que los proyectos de mayor aceptación son los de control vehicular asistido con inteligencia artificial. Este tipo de iniciativa al día de hoy, no resuelve el problema del tráfico, es una innovación paliativa que solo mejora su control en un porcentaje muy lejano a lo ideal. El tratamiento causal sería eliminar las causas que provocan la congestión vial, no atenuar su dolor optimizando el actual sistema de regulación de tráfico. Se realmente se desea tener mayor control sobre el tráfico, habría que eliminar el cruce en el mismo nivel, el diferencial de velocidad y el cambio aleatorio de carril, que son las verdaderas causas del conflicto vial, como hemos sugerido en artículos anteriores.

¿Dónde falta innovación correctiva en la ingeniería vial? Temáticas con mucho cascabel y poca solución.

Inclusión. En los últimos años ha habido una creciente tendencia que se enfoca en la inclusión. Y las soluciones que se plantean son meramente paliativas y simplistas: Eliminar vías para vehículos autopropulsados particulares. Dar prioridad a los grupos vulnerables. ¿Es esta perspectiva tipo Robin Hood la solución? Quitar la prioridad a unos para darla a otros sigue siendo un concepto de escasez y de injusticia. ¿Por qué no desarrollar mejor propuestas en donde todos los grupos y todas las movilidades tengan la misma prioridad?

Cuidado del medio ambiente. Si la energía eléctrica se sigue obteniendo de combustibles fósiles, ¿Dónde está la ganancia? Estamos a favor del desarrollo de automóviles propulsados por energías limpias.

Ciudades inteligentes. La innovación en la mayoría de las propuestas de ciudades inteligentes se basa en enfoques digitales, mientras que sus vías o bien son desestimadas en favor de vehículos autopropulsados o bien son diseñadas bajo el paradigma convencional. ¿Dónde está la innovación?

Si no está roto, ¿No lo arregles?

Existen tópicos en los que la innovación queda completamente excluida. Se siguen empleando las mismas soluciones que evidentemente no funcionan, pues se congestionan, para resolver intersecciones. Y sin embargo, autoridades alrededor del mundo se obstinan en construir una y otra vez. Para profundizar en este tema, es recomendable dar clic aquí. En una ocasión, al proponer un proyecto de flujo continuo como solución a una vialidad principal con un grave problema de congestión, nos topamos con esta respuesta: MI jefe ya invirtió en solucionar este problema y no resultó. Francamente tiene miedo de aplicar la propuesta de ustedes y que tampoco funcione o que, peor aún, si funciona, pues quedará como un tonto por su solución anterior, por lo que no va a proceder la propuesta. Lo dicho. Se necesita valor para innovar y poner el cascabel al gato. O más aún, para deshacerse de él.

El diseño y la ingeniería existen para resolver problemas. Una actitud ante la innovación como la antes descrita por parte de un protagonista en la toma de decisiones es sumamente preocupante. Una sociedad que ha puesto su confianza en los funcionarios a quienes ha encomendado la solución de sus problemas se ha visto tristemente defraudada ante su elección. Muchos funcionarios se escudan aludiendo el seguimiento de normativas y procedimientos para ocultar agendas personales o simplemente el miedo que causa la incertidumbre que conlleva el tomar una decisión innovadora. Pareciera que su pensar es: si no está roto, no lo arregles. Pero la circulación vial está rota. La congestión vial es un problema que genera cuantiosas pérdidas sociales, ambientales y económicas, que se debe solucionar, con valentía y vigor, no con discursos o cancelaciones.

Conclusión: vamos a innovar, poner el cascabel al gato de la congestión vial

La innovación es “Proceso complejo de creación y transformación del conocimiento adicional disponible en nuevas soluciones para los problemas que, a través de sus múltiples sistemas organizativos, se plantea la humanidad en su propia evolución” (Ceprede, 1998:18).

Tener más apertura a la innovación en la resolución de proyectos de ingeniería vial debería ser la nueva norma. El desarrollo y empleo de nuevos conocimientos, sistemas e información debería ser prioritario. Debería estar presente en el diario proceder de quienes tienen en sus manos esta noble responsabilidad.

Los departamentos de obras públicas deberían incentivar a su gente para innovar y poner el cascabel al gato. Desarrollar planes de capacitación de sus Recursos Humanos cultivando la mejora continua y la innovación como valores indispensables. Esto favorecería la solución de los problemas que actualmente aquejan a nuestras ciudades. Mejoraría para la planificación de nuevas perspectivas para el largo plazo. Es fundamental que exista urgencia para innovar. Que la gente nunca permanezca pasiva ante los problemas, o que se conforme con proceder como siempre lo han hecho o como aprendieron en la universidad para enfrentar la problemática actual ya que, probadamente ha cambiado. Recordemos la definición de locura atribuida a Albert Einsten:  ‘Hacer la misma cosa una y otra vez esperando resultados diferentes’.