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El aporte de la película Buscando a Nemo a la ingeniería vial

En la película buscando a Nemo de Pixar, hay una escena en al que se hace referencia a que todo lo que se va por el desagüe vuelve al mar. Este dato, no exacto, por cierto nos puede ayudar a tener una perspectiva diferente sobre una arraigada creencia que influye profundamente en los principios de la ingeniería vial.

¿En qué consiste esta nueva perspectiva? en la funcionalidad del incremento de carriles como solución al conflicto vial. Pese a la contundente evidencia que muestra que la ampliación de vías no soluciona el conflicto, la explicación que se ha brindado hasta el momento no es correcta. Se dice que la inversión en infraestructura es inútil pues por el fenómeno económico de demanda inducida, tarde o temprano, más temprano que tarde, la extensión de carril se verá irremediablemente saturada. Esto es, por mucho, una verdad a medias, y he aquí la reflexión: como se dijo en la película, todo vuelve al mar.

Una extensión de carril se vuelve innecesaria si hay obstrucciones en la vía, sin importar la cantidad de carriles con la que cuente. Esa es la verdadera causa. Si uno abre la llave del grifo, el tinaco entero de la edificación en la que se encuentre, puede vaciarse por completo. La tubería, de acuerdo a Buscando a Nemo, llega al mar. (Recordemos, esto es un dato inexacto y no es la intención entablar polémica sobre el hecho sino llegar a un punto en concreto). Uno puede vaciar una pipa entera por el desagüe, y como no hay obstrucciones hasta el destino final de la tubería, se vaciará por completo y la tubería seguirá libre para dar paso a más líquido, todo el que sea necesario.

Por el contrario, si se obstruye la tubería, si cerramos por ejemplo la llave de desahogo a la red de alcantarillado, no podremos vaciar ni la pipa, ni el tinaco, ni una cantidad menor de agua pues esta se acumulará. La acumulación por obstrucción es la verdadera causa de la congestión vial y la verdadera razón por lo que el aumentar carriles en una vialidad no funciona. Hay que eliminar las obstrucciones, no agrandar la vía. En esto, reside el secreto del flujo continuo. Un secreto que está ahí, visible para el que lo quiera ver, pero terriblemente oculto para quien lo observa desde la óptica de una creencia aceptada como una verdad ineludible.

Tomemos como ejemplo un proyecto de extensión de carril recientemente inaugurado en la ciudad de San Luis Potosí, México. Desde años atrás, la Av. Dr. Salvador Nava sufría una reducción de carril al pasar bajo un puente, denominado normalmente por los aledaños como “Puente de Pémex” debido a la cercanía con una planta de esta paraestatal. La reducción de carriles originaba atascos de 1km en horas pico, por lo que solucionar este punto era un reclamo popular que tenía años. Como se ha mencionado, recientemente se ha hecho la extensión, o en este caso, la recuperación del carril. Sin embargo, el problema de tráfico si bien disminuyó, persiste. Esto es debido a que no todas las líneas de flujo del punto fueron resueltas y se ven afectadas por obstrucciones generadas por la interconectividad de las vialidades cercanas.

La reducción del carril de Av. Dr. Salvador Nava bajo el puente de Pémex.
Trabajos de extensión/recuperación de carril.
Imagen satelital, una vez concluida la obra. Se liberó el cuerpo central de la avenida, más en la vía lateral, que es intersectada por blvr. Río Españita, se mantuvo el conflicto vial. La relación de intersección entre ambas vialidades y sus correspondientes líneas de flujo, quedó sin resolver.

A continuación podemos apreciar vídeos de la masa vehicular sobre Av. Salvador Nava que, por diferencial de velocidad, impide la integración de los vehículos que se incorporan por Blvr. Río Españita. Se observa también el efecto de invasión o cambio aleatorio de carril que obstaculiza el flujo de Salvador Nava.

Y en el siguiente metraje apreciamos la acumulación vehicular sobre Blvr. Río Españita. La toma demuestra la interrupción de la línea de flujo de esta vía ya la inadecuada relación con la vía en intersección.

¿Cuál sería la estrategia de ingeniería vial adecuada para este problema? Con una nueva filosofía de diseño y nuevos valores geométricos, el problema puede ser resuelto al 100%.

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