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Planeación urbana y congestión vial: espacios que se cierran

Se siembra lo que se cosecha. Lo que no se prevé, seguramente hará falta en un futuro. Habrá quién conozca el drama de la última aventura del capitán Robert Falcon Scott, quien murió en 1912 con todo su equipo en su intento por conquistar el ártico. Pocos saben que, al mismo tiempo hubo otro equipo dirigido por el noruego Roald Amundsen. Scott, pese a su fama y reconocimiento, tuvo muchos errores de previsión en la planeación de su viaje, mientras que Amundsen lo hizo con toda meticulosidad. Se dice que el único imprevisto que tuvo en el exitoso viaje fue la infección de una muela de uno de sus colaboradores, mientras que Scott erró el cálculo en aprovisionamiento de una forma trágica. El buen liderazgo implica previsión. La buena planeación implica previsión. Planificar es anticipar los recursos, procesos, acciones y decisiones necesarios para el logro de las metas. Sin un plan que proporcione dirección, la toma de decisiones no tiene sentido o genera errores estructurales. En la planeación urbana, si no se prevén los espacios suficientes para el crecimiento ordenado y sustentable relacionado con su movilidad futura, habrá consecuencias muy costosas en el futuro de las ciudades.

Hemos hablado previamente sobre el crecimiento que vendrá en el futuro en la flota vehicular en México. El pronóstico de consumo mundial de vehículos no es muy diferente: se espera un alza constante durante la presente década, con tendencia a seguir en ascenso.

Gráfica de estimación de crecimiento de vehículos en el mundo. Fuente: BI reports.

Se prevé además la tendencia a el incremento en participación de vehículos eléctricos. Conforme pasen los años, esta opción será cada vez más viable y presente en el mundo, mas su contribución, al menos en términos de congestión, será poca. Por el contrario, su volumen sumará en este respecto en vez de brindar algún alivio.

Participación de vehículos eléctricos en el futuro. Fuente: Portal G.D.A.

La solución que proponemos es la creación de soluciones de verdadero flujo continuo. Como es sabido, promovemos nuestro sistema patentado SUPERFLUX, mas creemos que no es la única manera de generar flujo contino. De hecho, invitamos a quienes nos leen que busquen sus propias soluciones. Según apuntamos en un artículo anterior, Resolver problemas es mucho más efectivo que ignorarlos. Hay, sin embargo, problemas realmente difíciles, para los que se requiere un esfuerzo mucho mayor para encontrar una solución. Son la clase de problemas en los que vale la pena volcar nuestra creatividad, y contribuir a la vida de calidad que nosotros y nuestros conciudadanos merecemos.

Se habla mucho sobre soluciones paliativas al problema, tales como el incremento en inversión en infraestructura para bicicletas y transporte público, y efectivamente, puede resolver en gran medida la situación de algunas ciudades, sin embargo, aquí llegamos al punto principal de este artículo: la planeación, o ausencia de ella en el desarrollo urbano de nuestras ciudades les condena a tener pocas opciones. En México y Latinoamérica, muchas de nuestras ciudades tienen pocas posibilidades de tener programas exitosos de transporte público entre otras cosas, por la falta de previsión en su planeación en décadas, e incluso siglos pasados. Así mismo el uso de la bicicleta no es viable en todos los casos. Por dar un ejemplo, urbanistas y colegas en el medio, provenientes de la ciudad de Acapulco, Guerrero, nos hicieron hincapié en una conferencia sobre diseño de ciclovías que compartimos con ellos el año pasado, que, dada la orografía de su entorno, es imposible pensar en que la bicicleta sea una solución de movilidad para su esta ciudad portuaria.

Además, si bien es comprensible que el usuario en general elegirá la movilidad que le sea más accesible y práctica para llega a su destino, los números que muestran las proyecciones indican que la mayoría de los ciudadanos prefieren el auto particular como medio de transporte. La bicicleta, cualquier otro tipo de movilidad no motorizada, el transporte público deben ser piezas clave en la movilidad de las ciudades, en el marco de que, en casi todos los casos, la movilidad primaria será vehicular. Se menciona siempre a Amsterdam y otras ciudades con predominio ciclístico como ese oasis al que toda ciudad debe aspirar a convertirse, mas no se debe olvidar que solo en el centro de esta ciudad predomina la bicicleta, mientras que en los anillos el transporte sigue siendo vehicular y que el tamaño, orografía y trazo de la ciudad le ha permitido e incluso obligado, a adquirir la bicicleta como insignia. Dada la estrechez de sus calles, no solo es viable, sino prácticamente imposible elegir otra alternativa.

El punto es: se ha de prevenir, con una visión de décadas, si no de siglos por venir, el trazo de las ciudades que en este momento estamos habitando, creciendo y desarrollando, así como las nuevas por venir.

Vista actual de Muevo Cairo, el gran proyecto urbano de Egipto.

Viene a colación el caso de Nuevo Cairo, el ambicioso proyecto de Egipto. Se puede observar en su planta que la movilidad imperante es la vehicular y que las soluciones viales para ella son simplemente las mismas que la de cualquier ciudad actual: las mismas calles, las mismas intersecciones, las mismas glorietas, tréboles y distribuidores convencionales. ¿Qué se puede esperar para el tráfico en la nueva urbe? Tristemente lo mismo. Si analizáramos bajo los principios de SUPERFLUX su movilidad, identificaríamos fácilmente puntos de conflicto que pronto comenzarán a dar problemas conforme se vaya poblando la ciudad, hasta que llegue a un punto caótico, más pronto que tarde. Es muy posible que, dada la enorme escala de la nueva ciudad, es muy posible rescatar la movilidad de la mega urbe, por que podría redistribuirse el espacio vial previamente destinado, pero no previsto para tal efecto. En el caso de desarrollos más modestos, es imperativo dar prioridad a la visión a futuro y dejar espacio para soluciones futuras, que contemplen todas las movilidades pertinentes, no solo la vehicular sino soluciones de transporte público, ciclismo, accesibilidad peatonal, entre otras, que no interfieran entre sí, que tengan carácter multimodal y mantengan óptimas condiciones de seguridad.

En esta imagen satelital, podemos apreciar que los avances más significativos en los trabajos de construcción del Nuevo Cairo, se destacan las vías principales resuelven sus intersecciones mediante soluciones convencionales, de probada obsolescencia y baja funcionalidad.

Exhortamos, por lo tanto, a nuestros lectores que sean responsables de la planeación urbana de nuestras ciudades a prevenir y dejar los espacios necesarios para crear soluciones futuras. En el ejemplo bajo estas líneas podemos apreciar un ejemplo en concreto en México, en el trazo del Boulevard José María Chávez (Carr. 70), vía orientada en dirección transversal Norte-Sur en la ciudad, que conecta a Aguascalientes con la ciudad de León, Guanajuato. En la intersección con la Av. Siglo XXI podemos apreciar que el boulevard se angosta en dirección sur de siete carriles, cuatro en arroyo principal y tres en lateral antes del cruce, a solo cinco, tres en arroyo principal y dos en lateral. Si bien en este blog sustentamos que la multiplicidad de carriles no es una solución a la congestión vial y hemos exponiendo las razones que soportan esta afirmación, que difieren de la óptica tradicional que atribuye la causa a la demanda inducida, también sostenemos que decisiones de planeación tales como la del ejemplo en Aguascalientes, en la que, desde una perspectiva vial se reduce el espacio disponible en forma arbitraria, ajena y contraria a la movilidad, con lo que se reduce también la posibilidad de solucionar el problema de flujo vial que dicha decisión plantea de forma inherente. Es comprensible que intereses económicos o de cualquier otra índole motiven a administrar el espacio público de esta manera, sin embargo, hacemos un llamado a la consideración de los problemas futuros que se generarán. Actualmente, este nodo, estratégico para la conectividad de Aguascalientes está seriamente afectado por una congestión vial que puede solucionarse, y podría solucionarse más fácil y eficientemente si se hubiera dejado espacio para el futuro desde un principio.

Imagen satelital de la intersección de la carretera 70 y Av. Siglo XXI en Aguascalientes

Detalle de caos vial generado en dicha intersección, debido a la solución no funcional que tiene actualmente, cuya ineficiencia se acentúa por la reducción de carriles en el tramo dirección Norte Sur a partir de dicha intersección en la Carr. 70.

Finalmente, estamos abiertos al diálogo. Hablemos, discutamos, propongamos juntos nuevas soluciones a nuestra realidad de movilidad, en pro de nuestra movilidad futura. Si no, hay diálogo, esperamos que haya esta búsqueda de nuevas soluciones, dado que las actuales no resuelven más la problemática, o, en cumplimiento del objetivo de este artículo, esperamos que se deje espacio para soluciones futuras en el ordenamiento y desarrollo de las ciudades en México, América Latina y el mundo.

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